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Washington, 22 may (EFE).- El presidente Barack Obama defendió hoy ante el principal grupo de presión pro israelí en EE.UU. su propuesta para que Israel reabra la negociación con los palestinos basándose en las fronteras de 1967, que ha sido rechazada de plano por el Gobierno de Benjamin Netanyahu.
En su primer discurso como presidente ante la conferencia anual de la AIPAC, el principal grupo de presión pro israelí en EE.UU., Obama dijo que los lazos que unen su país con Israel son "inquebrantables", pero insistió en que la situación actual del conflicto es "insostenible" y que es necesario reabrir el proceso de paz.
En su opinión, a Israel le conviene alcanzar pronto un acuerdo de paz, debido al rápido entorno cambiante que se está viviendo en los países árabes y al crecimiento demográfico que se está produciendo en los territorios ocupados, y que pueden hacer cada vez más difícil mantener la paz.
"Tenemos que afrontar varios hechos. El primero es que el número de palestinos que viven al oeste del río Jordán está creciendo rápidamente, y fundamentalmente está reconfigurando la realidad demográfica tanto de Israel como de los territorios palestinos", indicó.
"Esto hace cada vez más duro -sin un acuerdo de paz- mantener a Israel como un Estado democrático y judío", afirmó el jefe de al Casa Blanca.
Otra realidad a tener en cuenta es que "tecnológicamente, es cada vez más difícil para Israel defenderse en ausencia de un acuerdo de paz".
Y el tercer factor es la eclosión de una "nueva generación de árabes que está reconfigurando la región. Alcanzar una paz justa y duradera ya no puede depender de uno o dos líderes árabes. Mirando hacia adelante, son millones de ciudadanos árabes lo que tienen que ver que es posible alcanzar una paz duradera".
"No podemos permitirnos el lujo de perder otra década, o dos décadas, o tres décadas, en alcanzar la paz", insistió Obama.
"El mundo se está moviendo demasiado rápido, y los desafíos a los que se enfrenta Israel no harán sido crecer. Un retraso solo minará la seguridad de Israel y las posibilidades que su pueblo tenga la paz que se merece".
Obama indicó también a los miembros de la AIPAC que el pueblo palestino tiene el derecho a gobernarse a sí mismo como un Estado soberano, y advirtió que los intentos internacionales para aislar a Israel "ganarán fuerza en ausencia de un proceso creíble hacia la paz".
Aseguró, no obstante, que EE.UU. se opondrá a cualquier intento en Naciones Unidas o en otros foros internacionales para aislar a Israel.
La base para negociar la creación de un Estado palestino debe ser restablecer las fronteras que había en 1967, aunque con los cambios que puedan pactar las dos partes, insistió el presidente estadounidense, en línea con la propuesta desvelada el pasado jueves en un discurso sobre Oriente Medio.
Esta propuesta fue rechazada inmediatamente por Netanyahu, con quien se reunió el viernes en la Casa Blanca, en una reunión en la que quedaron patentes sus diferencias.
Tras el encuentro, el primer ministro israelí reiteró que considera "indefendibles" las fronteras de 1967.
En ese año tuvo lugar la llamada Guerra de los Seis Días, el tercer enfrentamiento israelo-árabe, que concluyó con la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén Este, Gaza, la Península del Sinaí y los Altos del Golán. En 1978, como resultado de los acuerdos de Camp David (EE.UU.), Israel devolvió el Sinaí a Egipto.
Pese a estas diferencias, Obama quiso dejar claro en el discurso de hoy que son discrepancias entre dos países amigos y aliados, que mantienen lazos "inquebrantables" y valores comunes.
En su intervención se refirió también al conflicto con Irán y recordó las sanciones que su Gobierno ha impuesto a este país, las más duras hasta ahora, para frenar sus intentos de patrocinar el terrorismo.
El presidente de EE.UU. también arremetió contra el pacto de reconciliación palestino entre Al Fatah, que gobierna Cisjordania, y el grupo radical Hamás, al frente de Gaza, y que supone "un obstáculo enorme para la paz".