Grupos islamistas radicales, más conocidos como “barbudos”, se unieron para manifestarse en contra del Gobierno tunecino y pedir que se supriman las elecciones en octubre para la asamblea constituyente. En los hechos murió un joven de 14 años.
Los grupos de islamistas radicales protagonizan manifestaciones desde el pasado viernes 15 de julio en contra del Gobierno tunecino en las ciudades de Menzel Burguibal y Qairaouán.
En Sidi Bou Zid, ciudad en donde se iniciaron las revueltas que dieron origen a la caída del presidente Zine El Abidín Ben Alí, el pasado 14 de enero, un adolescente de 14 años murió tras ser alcanzado por una “bala perdida” que los militares dispararon al aire para impedir un ataque de manifestantes contra el cuartel de la guardia nacional, dos jóvenes manifestantes resultaron también heridos por balas y se encuentran hospitalizados.
En los diversos enfrentamientos del fin de semana por lo menos treinta policías resultaron heridos y dos comisarías fueron quemadas, según informaron fuentes policiales.
Beji Caid Esebsi, primer ministro tunecino, instó ayer a “la calma” y “al cese de los actos de violencia” que se han repetido en el país, luego de que fuerzas antidisturbios abortaran por la fuerza una protesta contra el Gobierno.
En un discurso a la nación, el Primer Ministro informó que fueron identificados los organizadores de la concentración que pretendían acampar en la Plaza del Gobierno, en el centro de Túnez, para pedir la caída del Ejecutivo, en una acampada denominada “Kasba 3”. Esebsi añadió que “esos partidos extremistas saben que no tienen peso electoral y harán todo lo que sea para que se anule esa cita” con las elecciones de la asamblea constituyente del próximo 23 de octubre.
Después de pedir el “cese de los ataques contra las fuerzas policiales y de los actos de destrucción” solicitó “un esfuerzo para que triunfe la moderación”, según el discurso difundido por la radio pública nacional.
Revolución tunecina
La crisis política en Túnez de 2010-2011, conocida como la “revolución tunecina”, “revolución de los jazmines” o la “intifada de Sidi Bou Zid”, se inició como una serie de protestas democráticas, con gran presencia de jóvenes, que sentaron un precedente en el mundo árabe y consiguieron derrocar al gobierno autocrático de Zine El Abidín Ben Alí. Los medios de comunicación han tomado como fecha de inicio el 17 de diciembre de 2010, cuando el joven universitario y vendedor ambulante Mohamed Bouazizi se incineró para protestar por la acción de la Policía que, al confiscarle su puesto callejero de venta de frutas, le había condenado al paro. La población reaccionó con fuertes protestas ante el suceso, así como por el incremento excesivo de los precios en los alimentos básicos, la corrupción y las malas condiciones de los habitantes.
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