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No se automedique: visite al especialista

Los antibióticos limitan el desarrollo de microorganismos. Consumirlos inadecuadamente suele empeorar los cuadros clínicos y provocar resistencias a los medicamentos. ¡Atención!

Son los generales de los ejércitos vencedores: sirven para combatir las bacterias que causan infecciones en el organismo y que, de otra forma, nos matarían. Antes de su descubrimiento a finales del siglo XIX, la gente caía fulminada por bacterias contra las cuales solo se podía orar, nada más.

Los antibióticos (del griego biotikos, que significa “dado a la vida”) son una sustancia química producida por un ser vivo o derivada sintética de ella que mata o impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles, generalmente bacterias.

Son empleados en tratamientos contra bacterias y virus como el VIH y la tuberculosis, pero su uso supone un riesgo: una vez en el organismo, provocan resistencia en los microorganismos que buscan eliminar, de tal manera que los ejércitos enemigos se fortalecen hasta el punto que los antibióticos no logran vencerlos y se necesitan drogas más y más fuertes.

Según Lucía Leal, microbióloga de la Universidad Nacional, “las opciones se están limitando, y por ello los médicos nos vemos obligados a variar las dosis o a aplicar simultáneamente diferentes tipos de antibióticos para contrarrestar las bacterias”. El cuerpo, bombardeado en exceso por antibióticos, paga un precio, por ejemplo en el daño a los riñones, cuando no alcanzan a eliminar los sedimentos químicos de las drogas.

Los especialistas explican que en el cuerpo se alojan millones de bacterias necesarias para la protección del organismo y que, cuando se aplican antibióticos en exceso, esas bacterias benéficas también sufren.

Omar Castaño, médico internista de la Universidad de Antioquia, advierte que es necesario que solo se formulen cuando realmente sean necesarios y recomienda que los pacientes sigan al pie de la letra las prescripciones de tiempo y cantidad formuladas por los médicos.

En Latinoamérica, los países que encabezan la lista de consumo de antibióticos son Argentina, Venezuela, Perú, México y Chile. El más bajo se registra en Brasil, Colombia y Uruguay. Según las autoridades, las infecciones intrahospitalarias le cuestan al país más de 700 mil millones de pesos cada año. Los antibióticos ocupan los primeros puestos en costos de los servicios de salud por la cantidad de su consumo.

Leal advierte que las personas, al conocer los nombres de estos productos, los consumen sin ningún tipo de control. Debido a la dificultad de crear nuevos medicamentos que combatan las bacterias resistentes, los expertos consideran que es necesario tomar medidas que eviten el mal consumo. Desde el 2008, la Organización Mundial de la Salud, OMS, considera un problema de salud pública la resistencia a los antibióticos por el uso indebido de los pacientes.

Educación a través de Internet

La plataforma web Apex es un portal educativo que permitirá mejorar el control de los antibióticos en Colombia y combatir la creciente resistencia bacteriana a esos medicamentos. Además permitirá administrar el uso de los antibióticos en las instituciones hospitalarias del país y combatir la creciente resistencia bacteriana a esos medicamentos.

Para el neumólogo e intensivista Abraham Alí, "Apex será un instrumento muy útil para los hospitales. Alí explica que la resistencia a los antibióticos se produce por la mala o excesiva formulación de esos medicamentos. Esto podría deberse, afirma el intensivista, a la falta de conocimiento sobre cómo deben utilizarse.

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