Pico y placa Medellín

icon
-
icon
-
noun-live-broadcast-1664839 Señal en vivo

“Ni con el pétalo de una flor”

[Comentario de LACalle] El oleaje de opinión pública esta semana luego del maltrato a una mujer por parte del director técnico de la Selección Colombia, el rechazo de la gente a la violencia contra las mujeres, y lo ocurrido finalmente al arrepentido agresor, hacen pensar en un país que debería encausar su energía hacia el foro que construye y no hacia el espectáculo que obstruye.

Está visto y sentido que golpear a una mujer fue un acto condenable de Hernán Darío Gómez. La reacción de muchos colombianos es señal de que ha subido el nivel de conciencia para rechazar hechos que favorecen la discriminación y que mancillan la dignidad humana.

Pero si Bolillo Gómez se ensañó sobre la dama, la prensa y buena parte de este país se ensañó sobre Bolillo Gómez. Él hizo saber que era consciente de su gran falla, pidió perdón públicamente y presentó renuncia a su cargo de entrenador de la Selección Colombia de Fútbol.

Sabe a inutilidad lo sucedido, a reacción anodina, cuando pudo haberse hecho un debate edificante sobre el asunto, incluyendo en ello al propio Bolillo Gómez.

Queda el incómodo sabor de que más que defender a las mujeres, mucho del espectáculo buscó que cayera Gómez como entrenador.

Lo otro es la pregunta sobre las miles de mujeres ultrajadas por maltratantes anónimos. Si bien pudo haber una lección con la presión sobre Bolillo, también hay el mensaje de que el maltrato ha de ser ignorado… que nadie se entere, que no sea visto, que no tenga rostro ni nombre, como siempre ha sido sin que nadie levante la voz ni pida la renuncia de nadie.

 

Luis Alirio Calle M.

@luisaliriocalle