Hay padres ejemplares que día a día trabajan por romper los estigmas que dicen que la madre es quien debe encargarse de sus hijos. Uno de ellos es Nelson Ocampo, quien cuidó de sus hijas durante cuatro años cuando su esposa debió irse, en 2008, a España para conseguir recursos económicos.
Sin duda, Nelson aprendió con esta experiencia el verdadero valor de ser un padre.
Este hombre, la adoración de sus dos hijas, se ganó el respeto y el amor de ellas, por haberlas educado con paciencia y comprensión.
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Cómo una persona admirable, así lo describe su esposa Jacqueline, quien todos los días agradece a Dios por tenerlo a su lado
Para la familia Ocampo Restrepo tener un padre como Nelson es un privilegio que le dio la vida y por esto hoy homenajean su labor diciéndole lo mucho que lo aman.
