Minutos antes del partido que dio la clasificación verdolaga a Copa Libertadores, una fuerte lluvia puso a pensar a más de un hincha de Nacional para salir de casa. Los locales no estaban llenos y la fiesta se aguó más con el gol de Caleri a los 8 minutos del primer tiempo.
A los hinchas verdes se les enfrió todo para calmar la ansiedad nada mejor que un manicure personalizado. Pero el empate que llegó muy rápido gracias a Miguel Ángel Borja que le devolvió el alma al cuerpo a miles de aficionados. Y así, entre lamentos por las opciones que desperdició Marlos y la alegría por el gol de penal que selló la clasificación, los hinchas verdes quieren extender un mes la fiesta más impotante de los antioqueños.
En Castilla y otros barrios de la ciudad, las calles dejaron de ser para los carros y se volvieron peatonales. Por varias horas, todos los hinchas verdes se unieron en un vínculo de amistad. Aunque muchos extendieron el festejo hasta altas horas de la noche, los aficionados más mesurados prefirieron guardar fuerzas para las dos semanas de final que se avecinan.