En la conmemoración de un año de la partida del maestro Botero, en el Museo de Antioquia se da la reapertura de la sala internacional Sophia Vari, con una nueva investigación que ofrece otra mirada a la colección internacional que el maestro le regaló a la ciudad.
Como un gran exponente del arte internacional, Fernando Botero no sólo le regaló a Medellín gran parte de su obra, sino que también quería que los jóvenes paisas aprecien el arte internacional.
Es por eso que en vida le regaló al museo de Antioquia una colección de 33 obras que recopiló por el mundo, un legado que le dejó a la ciudad desde su aparición para el arte.
“Su mirada sobre lo que fueron las vanguardias, el arte desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX, como una especie de posibilidad de tener en este museo y en esta ciudad referentes para las generaciones más jóvenes de artistas, para suplir esa ese afán que tenía Botero cuando era joven de poder acceder a otras obras”, indicó Camilo Castaño, curador e investigador del Museo de Antioquia.
El Museo de Antioquia abre nuevamente esta sala, renovándola con una curaduría e investigación que permite un recorrido por el mundo artístico.
“Eso lo hemos reconfigurado en esta nueva curaduría que presentamos a 20 años de la última donación que hizo Fernando Botero a esta sala como una nueva posibilidad de entender este legado desde una postura crítica y más consciente, en donde estos referentes que tenemos acá tan importantes le sirvan no solamente”, agregó Castaño.
Esta sala internacional es llamada como el amor de la vida del maestro Botero Sophia Vari, y cuenta con obras de grandes referentes internacionales.