Este jueves, 9 de enero, a los 78 años falleció el científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo.
“Hoy, ha partido un gran científico colombiano: Manuel Elkin Patarroyo. Su legado está representado, más que en la primera vacuna sintética del mundo (contra la malaria), en una generación de investigadores a quienes inculcó el valor de construir país, generando conocimiento. ¡GRACIAS!”, indicó Gabriela Delgado, decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional.
Nacido en Ataco, Tolima, en 1946, fue un médico y patólogo reconocido por sus investigaciones y aportes al desarrollo de la vacuna contra la malaria. Sin embargo, fue catalogada como inactiva por parte de la Organización Mundial de la Salud.
“Fue un pionero, él fue quizás el investigador que más reconocimiento ha tenido en el mundo y ha sido quizás el más condecorado, empezó por allá en los años 80 a mostrarnos un camino de investigación de altura, de trascendencia internacional, yo creo que nos abrió la mente a los colombianos, es posible investigar”, señaló Iván Darío Vélez, investigador del Pecet de la Universidad de Antioquia.
Era doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Nacional de Colombia, y también tenía estudios en Inmunología y Virología en Estados Unidos. Dirigió el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios de Bogotá y fue profesor asociado de la Universidad Rockefeller de Nueva York y de la Universidad de Estocolmo (Suecia).
“Colombia pierde hoy a una persona que tuvo realmente un legado científico, que le aportó a Colombia, que le aportó a la humanidad”, manifestó José Manuel Restrepo, rector de la EIA.
Al doctor Patarroyo le fueron otorgados reconocimientos como el Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad, Premio Internacional de Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta en España, El Premio Internacional Latinoamericano en Neumología Fernando D. Gómez, entre otros.
Manuel Elkin Patarroyo recibió además condecoraciones como los siete jóvenes más sobresalientes del mundo, en 1985, y el Caballero de la Orden de San Carlos por parte de la Presidencia de la República de Colombia en 1984 y doctorados en Honoris Causa.
Su fallecimiento se produjo en su casa en Bogotá.