En nuestro país, la tenencia, comercialización y transporte de estas aves silvestres está prohibida, y quienes incurran en esta práctica pueden enfrentar sanciones económicas superiores a los 390.000 pesos, además de posibles consecuencias penales.
Los loros cumplen un rol clave en la dispersión de semillas y el control de plagas, funciones que son esenciales para el equilibrio ambiental y el cuidado de los ecosistemas. Sin embargo, de las 55 especies de loros existentes en el país, 10 están en peligro de extinción, según la Fundación ProAves. La captura ilegal, el corte de alas y el confinamiento en jaulas son prácticas comunes que deterioran gravemente su bienestar.
Recientemente, una lora frentiamarilla (Amazona ochrocephala), especie silvestre protegida en el país, fue ingresada al Centro de Atención, Valoración y Rehabiliación (CAVR) de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá luego de haber pasado más de tres décadas en cautiverio. Con una condición de salud crítica, resultado del encierro prolongado y el manejo inadecuado.
Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá menciona al respecto que “hemos recibido desde el 2024 más de 748 loras, el 57% ha sido asociado a casos de tráfico de fauna. Recordamos a la comunidad a no caer en las redes del tráfico, debemos ser todos protectores de nuestros recursos naturales”.
La Ley 1801 de 2016 y la Ley 1774 de 2016 establecen multas, decomisos y hasta penas de prisión por la tenencia y el maltrato de fauna silvestre. Las autoridades hacen un llamado urgente a no tener animales silvestres en cautiverio y a reportar estos casos a la línea 123.
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