Luz Alba Mancilla Medina es una mujer que encarna la esperanza en medio de las dificultades. Llegó desde Bogotá a Medellín desplazada por la violencia e inició un pequeño negocio de venta de dulces típicos del que Valle del Cauca. Hoy sostiene con esfuerzo y dedicación.
Su emprendimiento, conocido por sus cocadas, cucas, manjar blanco y gelatinas, se ha convertido en su sustento y también en la base de una labor social que toca muchas vidas.
Desde su local, esta mujer no solo despacha dulces, sino que reparte esperanza. Cada producto vendido contribuye a financiar los almuerzos que prepara para los habitantes de calle del Parque Bolívar, en el centro de Medellín.
Labor es inagotable. Cada semana luz alba reúne fuerzas y recursos para garantizar que al menos 150 personas puedan sentarse a comer.
En medio de sus dulces, ollas y oraciones, demuestra que la solidaridad sí transforma realidades y que las heroínas no usan capa, sino que la fuerza viene de su corazón y se nombran como Luz Alba.
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