Esta es la historia de la mujer que pinta con la boca: Ángela Gonima, quien plasma su vida en lienzos después de un accidente que la dejó con movilidad reducida en sus pies y manos. Una historia llena de arte, resistencia y esperanza.
El arte, los colores y el pincel han cambiado la vida de quienes pueden disfrutar de su magia. Hace 7 años, Ángela perdió por completo su movilidad, por lo que decidió que, si no podía sostener un pincel con las manos, lo haría con la boca. “Poder expresar las sensaciones, los sentimientos, es lo que más me gusta”, manifestó Ángela Gonima, artista que pinta con la boca.
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Con paciencia, esfuerzo y la guía de otros artistas que ya implementan esta técnica que conoció en la Asociación de Pintores con la Boca, aprendió a pintar de la misma manera, encontró en el arte una razón para seguir adelante.
“No eso ha sido maravilloso para mí, pues, inesperado también, porque no pensé que pudiera participar en esa Asociación”, mencionó la artista.
Lo que más la inspira son los colores. En ellos ve la vida en su máxima expresión, la alegría en medio de la adversidad. Su jardín y su gata Codca son sus cómplices en este viaje creativo, testigos de cómo cada pincelada es un acto de esperanza.
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“Me motiva el colorido, o sea, yo veo una foto, un momento muy colorido, muy contrastado y me encanta pintarlo”, añadió Ángela Gonima.
Ángela no solo pinta con la boca, pinta con el corazón. Y en cada uno de sus cuadros dejan una lección la fuerza no está en el cuerpo, sino en el alma de quien nunca deja de soñar.
