Caroline Duddrige, una mujer británica de 63 años, tomó una decisión radical para aliviar la carga financiera de las celebraciones navideñas. Ante la tradicional responsabilidad de planificar y costear los festines festivos, Duddrige ha decidido que sus hijos deberán desembolsar una tarifa para poder cenar con ella en estas fechas tan especiales.
Duddrige expresó de manera contundente:
"Si no pagas antes, no vas a venir".
Esta decisión ha generado opiniones divididas entre quienes la tachan de "Scrooge", en referencia al personaje principal del clásico "Cuento de Navidad" de Charles Dickens, y aquellos que la respaldan, incluyendo algunos de sus amigos que consideran la idea como positiva.
La mujer, aparentemente cansada de la escasa colaboración por parte de sus hijos en años anteriores, ha solicitado este año una transferencia de fondos a todos los miembros de su familia que deseen compartir la mesa en las festividades. Duddrige ha elaborado una tabla de precios ajustados a la edad y las posibilidades económicas de cada familiar.
La tarifa para disfrutar de la cena navideña varía: a sus hijos les cobra 30 euros cada uno (cerca de 128.141 pesos colombianos), mientras que a sus tres hijas les impone un cargo de 10 euros cada una (42.713 pesos colombianos). Incluso sus nietos deben desembolsar 5 euros (21.357 pesos colombianos), y los más pequeños enfrentan una tarifa que oscila entre 2 y 5 euros.
Con la suma de estas transferencias, la mujer espera cubrir todos los gastos asociados con las festividades navideñas. Aunque algunos critican su decisión, ella la defiende como una medida justa y necesaria dada la falta de colaboración experimentada en años anteriores.
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