Nicolás Galindo era un joven de 25 años de edad, tenía un hijo pequeño y vivía en Bogotá. El 25 de octubre decidió emprender un viaje hacia México con el fin de cruzar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales.
El 1 de noviembre fue la última vez que tuvo contacto con su familia, lo llamó y les dijo que ya había llegado a la ciudad de Reynosa, al norte de México. Desde allí, el joven colombiano cruzaría el Río Bravo, atravesando la frontera para llegar al estado de Texas.
Nicolás era tatuador y estando en México había tenido que trabajar unos días para reunir más dinero para poder cruzar, pues le contó a su familia que constantemente les cobraban los coyotes para poder ayudarles a cruzar la frontera.
Ese 1 de noviembre, Nicolás no volvió a llamar a su familia, pues murió ahogado intentando cruzar el río. Al ver que no salía de allí, los migrantes llamaron a las autoridades, quiénes lograron encontrarlo horas después.
La familia de Nicolás comenzó a recibir llamadas de supuestas funerarias que les cobraban altas sumas de dinero para repatriar el cuerpo. Ellos comenzaron a investigar el proceso de repatriación del cuerpo y al parecer tiene un costo de 25 millones de pesos, así lo informaron en su cuenta de twitter.
https://twitter.com/Santanas_6/status/1589610924314619904
La familia está realizando una Vaki buscando recoger fondos para poder traer a Nicolás de nuevo hasta Colombia.
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