[El Mundo] Apartado de su postura cuando lideró los sindicatos cocaleros, el Presidente de Bolivia pidió a los cultivadores de la “hoja sagrada”, que reemplacen estos cultivos por bananos, cítricos, palmito y cacao.
En un esfuerzo por contener el crecimiento de cocales en Bolivia, el presidente Evo Morales pidió ayuda económica a la Unión Europea para fomentar el desarrollo agrícola en zonas de cocales, un gesto que contradice la posición que mantuvo como líder de los sindicatos cocaleros.
“El Presidente ha pedido a los sindicatos (cocaleros) hablar solo de proyectos productivos y con esa voluntad que tiene, gestionó y está por concretarse una ayuda de 40 millones de euros para apoyar la producción agropecuaria” en zonas cocaleras, dijo ayer en rueda de prensa el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, encargado de la lucha contra la coca excedente y el narcotráfico.
Cáceres dijo que aunque no hay un cultivo que pueda sustituir los ingresos económicos de la coca con tres cosechas al año, el Gobierno busca fomentar en las dos zonas cocaleras del país la siembra de productos que tienen un mercado asegurado.
Estados Unidos financió por dos décadas cientos de millones de dólares en un programa que fomentaba otros cultivos a cambio de reducir la coca. No tuvo éxito entre otras razones porque los combativos sindicatos cocaleros dirigidos por Morales resistieron a sangre y fuego esos planes que buscaban eliminar la planta.
En un giro de su postura el propio Morales, durante una concentración el domingo en el Chapare, llamó a los cultivadores de esa hoja a sembrar otros productos y no expandir la coca más allá de una parcela de 1.640 metros cuadrados por cada campesino.
El plan pacífico de reducir los cultivos con los sindicatos parece no haber funcionado ante recientes denuncias de un incremento de la coca y el narcotráfico en el país.
En su último informe 2009 -el informe del 2010 fue postergado para agosto- la ONU dijo que la coca se incrementó en 1% hasta alcanzar 30.900 hectáreas y por tanto también la capacidad potencial de elaborar cocaína en el país.
Cáceres explicó que en el primer semestre del año se erradicaron 5.158 hectáreas de cultivos de coca excedentarios a los permitidos y que la meta es llegar hasta fin de año a 10.000 hectáreas.
El uso ancestral de la hoja de coca
En un esfuerzo por contener el crecimiento de cocales en Bolivia, el presidente Evo Morales pidió ayuda económica a la Unión Europea para fomentar el desarrollo agrícola en zonas de cocales, un gesto que contradice la posición que mantuvo como líder de los sindicatos cocaleros.
“El Presidente ha pedido a los sindicatos (cocaleros) hablar solo de proyectos productivos y con esa voluntad que tiene, gestionó y está por concretarse una ayuda de 40 millones de euros para apoyar la producción agropecuaria” en zonas cocaleras, dijo ayer en rueda de prensa el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, encargado de la lucha contra la coca excedente y el narcotráfico.
Cáceres dijo que aunque no hay un cultivo que pueda sustituir los ingresos económicos de la coca con tres cosechas al año, el Gobierno busca fomentar en las dos zonas cocaleras del país la siembra de productos que tienen un mercado asegurado.
Estados Unidos financió por dos décadas cientos de millones de dólares en un programa que fomentaba otros cultivos a cambio de reducir la coca. No tuvo éxito entre otras razones porque los combativos sindicatos cocaleros dirigidos por Morales resistieron a sangre y fuego esos planes que buscaban eliminar la planta.
En un giro de su postura el propio Morales, durante una concentración el domingo en el Chapare, llamó a los cultivadores de esa hoja a sembrar otros productos y no expandir la coca más allá de una parcela de 1.640 metros cuadrados por cada campesino.
El plan pacífico de reducir los cultivos con los sindicatos parece no haber funcionado ante recientes denuncias de un incremento de la coca y el narcotráfico en el país.
En su último informe 2009 -el informe del 2010 fue postergado para agosto- la ONU dijo que la coca se incrementó en 1% hasta alcanzar 30.900 hectáreas y por tanto también la capacidad potencial de elaborar cocaína en el país.
Cáceres explicó que en el primer semestre del año se erradicaron 5.158 hectáreas de cultivos de coca excedentarios a los permitidos y que la meta es llegar hasta fin de año a 10.000 hectáreas.
