Dos monos titís grises adultos, víctimas del tráfico de fauna, llegaron al Parque de la Conservación entregados por Cornare. Si bien no presentan daños físicos, su contacto con personas ha generado un daño en su comportamiento.
“Hay enfermedades que se camuflan, si no se dan a conocer en los exámenes, y en la cuarentena nosotros evitamos que, si traen algún patógeno, no se transmita a los animales que ya tenemos en la población establecida”, explicó Óscar Daniel Medina, coordinador de población animal del Parque de la Conservación.
Los monos estarán en cuarentena durante tres meses, aislados de cualquier otra especie. Una vez superen esta etapa, podrán integrarse al hábitat junto a los otros animales.
“Y luego de una serie de exámenes, que deben dar negativos a ciertos patógenos, ellos se trasladan a los hábitats, como la zona de primates, donde van a estar ya a la vista del público visitante”, agregó Medina.
Paradójicamente, hace apenas un mes murió la última tití gris que tenía el parque, por lo que estos nuevos ejemplares llegarán a conformar una nueva familia de la especie.