La comunidad de Bello se reunió para encender una luz de esperanza y rendir un sentido homenaje a las 27 personas que fallecieron en la vereda Granizal, con una misa inicial y una velatón.
Rostros que no dejan la tristeza y ausencia. El dolor de la partida, y una luz en memoria de los que ya no están.
El acto inició con una ceremonia religiosa en la que se elevaron oraciones por la memoria de cada una de las víctimas y por la fortaleza de sus familias.
El ambiente estuvo marcado por la fe y la unión de un barrio que, a pesar de las dificultades, decidió abrazarse en comunidad para sobrellevar la tristeza.
La luz de cada vela simboliza el recuerdo vivo de quienes partieron y la convicción de que sus memorias seguirán presentes en cada rincón del municipio.
Con velas y oraciones, Bello reafirmó que, incluso en medio del dolor, la esperanza y la unión pueden encenderse para iluminar nuevos caminos de solidaridad y fortaleza para toda la comunidad.
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Misa, misa.
