El 28 de noviembre de 2016 en la mañana, la plantilla de Chapecoense se disponía a viajar a Medellín para disputar los primeros 90 minutos de la gran final de la copa Suramericana ante Atlético Nacional.
La logística del equipo había determinado hacer el recorrido en 2 tramos. El primero de Sao Paulo, en Brasil, a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Luego de Santa Cruz a Medellín. la empresa escogida fue Lamia Corporation, una aerolínea joven que se empezaba a especializar en el transporte de equipos de fútbol.
La aeronave Avro RJ 85 tenía 77 personas a bordo, 6 de ellas miembros de la tripulación, 49 integrantes del equipo y autoridades de la ciudad y 22 personas más entre periodistas y camarógrafos.
El vuelo despegó sin contratiempos, según la aplicación Flightradar24, que muestra información en tiempo real sobre el tráfico aéreo. Su velocidad promedio fue de 278 nudos, es decir, 700 kilómetros por hora.
Esa velocidad fue bajando paulatinamente al entrar a cielo antioqueño. La aplicación muestra que pasadas las 9:30 de la noche, 3 aeronaves fueron puestas en espera de aterrizaje para priorizar la llegada de otro avión de la empresa VivaColombia.
En el aire, según un audio del copiloto de Avianca, Juan Sebastián Upegui, a bordo de una aeronave que también daba vueltas esperando para aterrizar, inició la comunicación del capitán del vuelo de Chapecoense con la torre de control.
En ese momento, según Upegui, el drama del vuelo que llevaba 77 personas aumentó al buscar de cualquier forma la pista del aeropuerto José María Córdova.
A las 9:54 de la noche desapareció oficialmente el avión del radar, de inmediato se activaron los protocolos de emergencia. 15 minutos después la Policía de La Unión reportó el accidente en el Cerro Gordo, ubicado a unos 3 kilómetros de la población.
La tragedia de Chapecoense tuvo 6 sobrevivientes
Con el paso del tiempo y en medio de la lluvia empezaron a aparecer los sobrevivientes. Erwin Tumirí y Ximena Suarez, miembros de la tripulación. Jackson Follman, Alan Rushel jugadores, y el periodista Rafael Henzel, fueron los primeros. Luego, 5 horas mas tarde, inesperadamente y cuando la Policía Judicial investigaba entre los escombros, apareció el defensor Helio Neto.
Con la luz del día, la imagen revelaba la magnitud de la tragedia. Los heridos fueron trasladados a diferentes centros asistenciales y en la zona comenzaba la extracción de los cuerpos.
Terminadas las labores, autoridades de ambos países comenzaron la repatriación de los cuerpos en uno de los días más tristes del deporte en Colombia.
