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La activación de minas antipersonal ya deja un minero gravemente herido y un soldado muerto en zona rural de Segovia. Organizaciones de derechos humanos exigen un desminado humanitario para garantizar la movilidad de los pobladores.
La última víctima de las minas antipersona fue un barequero que salió a trabajar después de varios días de confinamiento y cruzando la vereda la manuela de Segovia, cayó en el campo minado. Un militar murió al activar otra mina antipersona.
Óscar Yesid Zapata, vocero de la corporación Sumapaz, señaló que "el Gobierno colombiano, en la mesa de diálogo con estas estructuras, realice de manera inmediata, una estrategia para que cesen estas minas y haya un desmonte de estas minas que ponen en riesgo a la población".
El ejército insiste que la situación ya está bajo control en la mayoría de las 14 veredas y se ha permitido el ingreso de víveres.
700 familias continúan confinadas en sus casas, mientras que 51 más se desplazaron a la cabecera municipal.
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