Mil gatos fueron liberados en una provincia del oriente de China. Estos iban a ser sacrificados en un matadero clandestino.
Un grupo de activistas animalistas, fueron quienes se percataron de la situación, pues venían haciendo rastreo a estos comerciantes que raptaban estos felinos.
Según las autoridades de la provincia de Zhangjiagang, los animales iban a ser comercializados, vendiendo su carne como si fuera cerdo.
El colectivo de activistas denunció a las autoridades que, cada libra de carne de gato podría costar hasta 4 dólares en el mercado, y pidieron a la policía local que intensifiquen las labores de inspección en establecimientos de alimentación.
Los traficantes de los animales fueron sorprendidos en un cementerio, donde estaban metiendo a los gatos en cajas, apretujados y luego montando estas en camiones.
Si bien las autoridades chinas eliminaron a los perros y gatos de la lista de animales de "ganado", ha sido difícil disminuir el consumo de estos.