Berlín, 5 ene (EFE).- La canciller federal, Angela Merkel, abrió hoy la campaña para el año electoral en Alemania segura del triunfo de su Unión Cristianodemócrata (CDU), pero con la incertidumbre de quién será su posible socio de coalición ante la impopularidad de sus aliados liberales, amenazados con verse fuera del Parlamento.
Dos semanas antes de las elecciones legislativas en el estado federado de Baja Sajonia, primer examen para Merkel, la canciller concentró hoy a la cúpula de la CDU en la localidad de Wilhelmshaven, en el norte del país, para respaldar a su candidato David McAllister y consensuar posturas con la vista puesta en las generales alemanas de finales de septiembre.
La canciller basa su optimismo en los sondeos electorales que otorgan a la Unión más de un 40 % de los sufragios tanto en Baja Sajonia como en general en Alemania, aunque en ambos casos el triunfo puede ser pírrico si los liberales del FDP no alcanzan el mínimo del 5 % de los votos necesario para lograr representación parlamentaria.
Sumidos en una crisis de popularidad y liderazgo y con su presidente y vicecanciller federal, Philipp Rösler, tambaleándose ante los ataques de sus propias filas, los liberales tratarán mañana en su tradicional reunión de Reyes de buscar el consenso interno por lo menos hasta las elecciones en Baja Sajonia.
La canciller subrayó al término de la reunión de la cúpula de la CDU que los liberales "ofrecerán un muy buen acto" en la ciudad de Stuttgart y se mostró convencida de que lograrán en los primeros comicios del año acceder al Parlamento de Hannover (Baja Sajonia).
De no conseguir su objetivo el FDP y pese a la cantada victoria cristianodemócrata, la Unión de Merkel podría verse desplazada del poder en Baja Sajonia por la alianza opositora de socialdemócratas y verdes, que aspiran a repetir la jugada después del verano en Berlín.
La versatilidad de Merkel le permitiría también, en caso de necesidad y si los números cuadraran, buscar alianzas en la capital alemana con los socialdemócratas, en una reedición de la gran coalición de su primera legislatura, e incluso con los verdes, una conjunción inédita hasta ahora, pero con la que simpatizan destacados conservadores y ecopacifistas.
El último sondeo para las elecciones de Baja Sajonia el 20 de enero, realizado por el instituto Infratest, indica que la CDU de Merkel mantiene una intención estable de voto del 40 %, mientras su socio liberal cuenta con un 4 %, insuficiente para conseguir representación en la cámara de ese Land.
A su vez, los socialdemócratas podrían obtener un 34 % de los votos y los verdes un 13 %, con lo que, unidos en coalición, desplazarían del poder a la formación de Merkel, mientras tanto La Izquierda como Los Piratas quedarán fuera del parlamento regional, según la encuesta.
El sondeo revela que un 44 % del electorado no ha decidido todavía su voto y no sabe a quién concederlo o si tan siquiera acudirá a las urnas, lo que aún deja el resultado muy abierto.
La cúpula de la CDU aprobó en su cita una declaración de carácter electoral en la que subraya su apuesta por Alemania como emplazamiento económico e industrial, así como la intención de mejorar la situación de los trabajadores más precarios y de mayor edad.
A la cita fueron invitados el presidente del poderoso sindicato IG-Metall, Berthold Huber, y de la patronal industrial (BDI), Ulrich Grillo, quienes pidieron aumentos salariales por boca del primero y más inversiones y reducciones burocráticas por parte del segundo, insatisfecho también con las previsiones de crecimiento a largo plazo de no más del 1,5 % para Alemania.
Juan Carlos Barrena