El 21 de septiembre ocurrió un hecho que un mes después dejaría conmocionado al departamento. Ese día se reveló la desaparición de Maximiliano Tabares, un menor de 6 años del que no se supo nada después de salir a comprar algo en una tienda del barrio dónde vivía en el corregimiento La Cruzada de Remedios.
Un mes después, el 20 de octubre, las autoridades capturaron a 6 presuntos responsables de participar en la desaparición de niño, hecho que, por los primeros elementos probatorios hallados, estaría ligada a un ritual de una supuesta secta satánica llamada Los Carneros, entre quienes estaban la mamá, el padrastro y la abuela del menor.
El 24 de octubre, producto de las audiencias de legalización de captura e imputación de cargos, en las que los capturados no se acogieron a los cargos, la madre habló con los investigadores y les dijo dónde podrían hallar el cuerpo de Maximiliano.
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El 27 de octubre, investigadores del CTI de la Fiscalía y de la Policía Nacional exhumaron el cuerpo en la vereda Cuturú, zona rural de Remedios, y lo trasladaron a Medicina Legal en Medellín, para iniciar el proceso de investigación, que incluyó el cotejo de las pruebas de ADN de esos restos con el de la madre.
El 5 de noviembre, Medicina Legal anunció que el cotejo de ambas muestras eran cien por ciento compatibles, con lo que confirmó no solo la identidad de Maximiliano sino su muerte violenta, hecho por lo que los implicados deberán comparecer a otra audiencia para la imputación de otro cargo: homicidio agravado.