Uno de los primeros sectores en cerrar y de los últimos que podrá abrir es el de los bares y discotecas. La pandemia ya va dejando a su paso el cierre definitivo de algunos de estos lugares que para los paisas son referente de rumba y entretenimiento.
Ahora la rumba, las canciones de moda, el baile con los amigos y toda la vida social que generaba la llamada zona rosa de Medellín está apagada. No solamente por el cierre temporal de algunos establecimientos como consecuencia del COVID-19, sino que para otros la fiesta se acabó definitivamente.
Solo en el Parque Lleras, zona rosa de la ciudad más de 70 establecimientos declararon el cierre definitivo de los locales. ¿Y donde quedaron los créditos para que puedan sobrevivir? Paradójicamente con la pandemia este es uno de los sectores menos atractivo para el sector bancario.
Para tener un ejemplo claro de por qué cierra una discoteca de forma definitiva: solamente Mango´s debe pagar mensualmente por concepto de arriendo cerca de 25 millones de pesos, es decir, en cuatro meses de no operación la entidad ya debe cerca de 100 millones de pesos solo por este rubro. El gremio presentó al Ministerio de Comercio un plan de apertura gradual que ahora está en estudio de las autoridades.
