(EFE).- Al menos 34 de los más de cien pueblos y comunidades indígenas que viven en el país, sufren una situación de "crisis humanitaria" y están amenazados con desaparecer, según el Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas de Colombia (ADPI).
El activista colombiano de ese Observatorio Juan Manuel Ávila, afincado en Barcelona (noreste), declaró a Efe que la población indígena en Colombia alcanza casi el millón y medio de personas, cuyo estilo de vida se basa en principios de "equilibrio entre los seres vivos, armonía, reciprocidad y defensa de los bienes comunes".
Pero 34 de estos pueblos ven peligrar su sistema de vida y viven amenazados y corren el riesgo de desaparecer, como ya reconoció la Corte Constitucional colombiana en 2009, situación que, lejos de arreglarse, se ha agravado, según Ávila.
El Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas de Colombia (ADPI) es un colectivo de organizaciones y personas que trabajan en Barcelona para defender los derechos humanos y colectivos de los indígenas colombianos.
Ávila denunció que la situación actual que están viviendo los pueblos indígenas es "una situación de crisis humanitaria, debido principalmente al conflicto armado" entre el ejército colombiano y la guerrilla de las FARC, "que se está desarrollando en algunos territorios indígenas".
"La posición autónoma en el conflicto armando les ha supuesto convertirse en víctimas de ambos bandos", añadió.
Por eso, - subrayó - "lo que exige el movimiento indígena es que le dejen al margen del conflicto y que desmilitaricen sus tierras".
Los pueblos indígenas no han sido invitados a participar en las negociaciones entre el Gobierno de Bogotá y la guerrilla, según Ávila, para quien pueblos indígenas como los Awá, los Nasa o los Senú temen especialmente la puesta en marcha de "iniciativas y macroproyectos basados en la economía extractiva, porque van a generar violencia en el territorio por su control".
Otro de los problemas principales que han sufrido los pueblos indígenas ha sido la "invisibilización internacional", según el activista, por lo que su situación ha pasado desapercibida durante mucho tiempo.