En Belén Rincón, encontramos el vitralista más grande de Colombia. En 70 años ajusta más de 2 mil vitrales y mil pinturas, hoy exhibidos en iglesias de 5 países.
En un sector del barrio Belén Rincón, comuna 16 de Medellín, esta vivienda parece suspendida en el tiempo. En 3 de sus 4 pisos hay al menos 2 mil vitrales y cerca de mil cuadros pintados por Alfredo, un pintor, vitralista y artista paisa que se enorgullece de su labor y dice que pinta por amor y no por plata.
Este hombre de 75 años de edad explica que cada una de sus obras es una historia aparte. En su casa no hay rincón que no guarde un vitral o un cuadro que ha pintado y dibujado con la convicción de aportar al arte. Está orgulloso de vivir en Belén Rincón y de recorrer cada día los 3 pisos donde tiene, según él, el museo urbano con mayor número de obras o piezas inéditas.
De sus trabajos, hoy recuerda con cariño el vitral de la iglesia San Judas Tadeo en el barrio Castilla, considerado el más grande del mundo.
Su más grande sueño en la madurez de su vida y carrera es poder exponer su obra en el Museo de Arte Moderno y aclara que su interés no es vender cuadros sino cumplir su deseo.
En 7 décadas de trabajo artístico, sus obras se exhiben hoy en Ecuador, Venezuela, Panamá, Aruba y Estados Unidos.
