Este ha sido el panorama en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro durante los últimos dos meses, cuando el COVID-19 obligó al cierre del cielo colombiano, y con ello, la clausura de 170 locales comerciales de la segunda terminal aérea más importante del país. Hoy, los counter de las aerolíneas lucen desocupados día y noche.
Y es que en la terminal laboran cerca de 7.500 personas, entre empleados de aerolíneas, comerciantes, personal del aseo, administrativos, transportadores y de seguridad, sin embargo hoy sólo labora el 15 por ciento de esas personas.
El aeropuerto José María atiende cerca de 220 operaciones aéreas diarias, que si se multiplica por 60 días de cierre son aproximadamente 13.200 vuelos de salidas y llegadas que han dejado de operar.
Los trabajadores solo esperan que muy pronto pase la contingencia y el aeropuerto pueda reabrir sus puertas a los más de 22 mil pasajeros diarios.