Bogotá(EFE).- El viceministro principal de Irlanda del Norte, el republicano Martin McGuinness, aseguró hoy en Bogotá que hay colombianos que "no tienen una preocupación real" por el fin del conflicto armado en este país.
Tras reunirse con el presidente Juan Manuel Santos, McGuinness, quien fue militante del Ejército Republicano Irlandés (IRA, en sus siglas en inglés) y ahora es dirigente del Sinn Fein, mostró el apoyo de su Gobierno al proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Estamos muy contentos de apoyar este proceso en Colombia, porque creemos que es serio", dijo McGuinness en referencia a los diálogos entre el Gobierno colombiano y las FARC que acoge La Habana desde noviembre de 2012.
En el encuentro entre Santos y McGuinness participaron, además, los negociadores del Gobierno en La Habana.
El político norirlandés también tuvo un mensaje para los que se oponen a la negociación política, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
"Creo que hay gente que no tiene la visión política suficiente y también creo que hay personas que no tienen una preocupación real por el futuro pacífico de Colombia", dijo.
McGuinness, quien fue un hombre clave en las negociaciones de paz en Irlanda del Norte, advirtió de que estos procesos "no son fáciles", pero también celebró el caso colombiano, con dos acuerdos ya alcanzados en tierras y participación política, como "muy exitoso".
"Queremos ver el final de la guerra, que el conflicto termine", agregó el viceministro principal norirlandés.
Santos, a su turno, agradeció el apoyo brindado por Irlanda del Norte y la implicación personal del propio McGuinness, de quien destacó su experiencia como negociador.
"Le pregunté (a McGuinness) en este momento del proceso, ¿usted qué me aconsejaría? ¿Qué consejo me da? Y me dijo algo que me estimuló mucho: 'persevere, continúe, no vaya a bajar la guardia'", dijo Santos durante su pronunciamiento.
En 1998 se firmaron en Belfast los Acuerdos de Viernes Santo, por los que el IRA anunció el cese de la lucha armada y puso así fin al conflicto armado que lo enfrentó durante tres décadas con las fuerzas de seguridad británicas y grupos paramilitares unionistas.