El general retirado Mario Montoya, excomandante del Ejército investigado por los falsos positivos cometidos mientras fue comandante de la Cuarta Brigada en Medellín, cumple un papel antagónico en la historia de dolor de la comuna 13. Se le acusa de ser responsable de desapariciones forzadas, muertes y torturas en medio de la operación Orión y otras en la ciudad y Antioquia.
Ante la Jurisdicción Especial Para la Paz, el general retirado del ejército, Mario Montoya, ha negado los crímenes que se le endilgan, de otros dijo no acordarse y en otros más, aclaró que no estaba seguro. Son alrededor de 2.500 desapariciones forzadas y asesinatos en persona protegida durante el periodo que bajó sus órdenes, se ejecutaron operaciones militares como Orión, en la comuna 13.
Mario Montoya lideró en el año 2000, el Batallón Antinarcóticos. De 2001 a 2003, comandó la Cuarta Brigada en Antioquia y en ese periodo de tiempo se desarrollaron las operaciones Mariscal, Meteoro, Marcial y Orión. Con estas intervenciones militares, cambiaría la historia de la comuna 13 para siempre.
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La Operación Mariscal inició el 21 de mayo de 2002 y según las autoridades de ese entonces, el propósito era expulsar de San Javier a milicianos de las Farc, del ELN y los Comandos Armados del Pueblo….esa sería la puerta abierta para incursionar nuevamente en la comuna 13, esta vez con Orión
El 16 de octubre, el Ejército y la Policía Nacional dispusieron una base de operaciones en la calle 35 con carrera 92 en el barrio Santa Mónica, desde allí y según los propios vecinos, grupos paramilitares los guiarían por lo que era considerada una entrada estratégica hacía los barrios Belencito-Corazón, Betania o Las Independencias, en la comuna 13.
Al momento de adelantar los allanamientos de casas, y las detenciones de personas, las cuales eran señaladas por hombres encapuchados vestidos con uniformes de uso privativo de las Fuerzas Militares; todo transeúnte era un guerrillero potencial. Según la Personería de Medellín, se realizaron innumerables capturas arbitrarias y detenciones de habitantes, que tiempo después figurarían como víctimas desaparición forzada.
Entre el armamento incautado en los operativos el general Montoya presentó armas de corto y de largo alcance, como fusiles AK-47, ametralladoras, y explosivos.
Según las investigaciones de los últimos 20 años en las que fueron recogidos testimonios de miembros de la fuerza publica, paramilitares desmovilizados y ciudadanos, existen pruebas, que muestran hombres encapuchados con vestimenta militar pero sin insignias de las Fuerzas Militares dando órdenes a soldados y señalando viviendas y personas, lo cual demostraría que Orión fue una operación conjunta de fuerzas del estado y grupo ilegales, hechos por los cuales, Mario Montoya, militar al mando en ese entonces aun no responde y sigue negando lo ocurrido ante la JEP.
