El acompañamiento de los padres de familia, los entrenadores y los compañeros más grandes de equipo, fue fundamental para los chicos que por primera vez competían en un certamen nacional.
Muchos pequeños se fueron enamorados de Medellín, no sólo por los escenarios, también por el clima que los acompañó durante las competencias. Nuevas experiencias y muchos aprendizajes tras el debut en un certamen nacional.