Pareciera que la pandemia apagó la voz de la mayoría de mariachis en Medellín, sin embargo, algunos se resisten pese a la prohibición.
Ya no es usual, encontrarlos en las calles llevando serenatas de madres, de amor o de reconciliación.
Ahora su público no sale a cantar con ellos, los ven desde los balcones y les regalan aplausos y donaciones a cambio de canciones que los hacen olvidar por un momento la difícil situación.
Es la forma de sobrevivir a la pandemia, pues desde hace dos meses no son contratados, pasaron de generar ingresos semanales de $10.000.000 a lo que la gente les quiera dar.
En Medellín, hay cerca de 90 grupos musicales de mariachis.