Hay artistas plásticos que, de manera anónima, trabajan desde un taller en su propia casa y poco o nada se sabe de ellos: Solo sus familiares y cercanos conocen de su talento. Es el caso de Piedad Ortiz, maestra en artes plásticas, de la Universidad Nacional, que se ha dedicado a pintar para sus familiares, y ahora su casa es toda una galería de arte.
Piedad Ortiz, conocida en el mundo de las artes plásticas como: “Manuela”, es una mujer que vive para su familia, ama a sus mascotas; pero dedica gran parte de su tiempo a pintar al óleo, en un taller en su propia casa, desde donde puede contemplar el verdor del paisaje, el cual pareciera ser pintado por esta artista.
Para esta artista, es difícil darle valor monetario a sus óleos. Pero ver la cara de satisfacción de las personas que llevan su arte, es su verdadera paga.
Piedad Ortiz, tiene un concepto diferente de la fama; por eso quiere ser recordada a través de las generaciones familiares, como Manuela; esa abuela ancestral que les dejó un legado artístico
