Tras el temblor del 17 de agosto que se sintió fuertemente en Bogotá, y otras zonas del país, se revive misteriosa historia sobre la maldición de la ciudad.
El sacerdote Francisco Margallo, en el año 1817, hizo una predicción sobre la capital. Afirmando que un 31 de agosto varios terremotos destruirían la ciudad, que se hundiría tras luego de el temblor.
Sobre dicho mito se han hecho varias versiones, y algunos afirman que los cerros de Guadalupe y Monserrate hundirían Santa Fe de Bogotá.
Según algunas voces expertas, la hipótesis más probable sería la segunda, pues encuentran más factible un posible desplome de los cerro orientales de la ciudad.
Sin embargo, para que algo como esto ocurriera, la magnitud del sismo debería ser superior o cercano a los 8° en la escala de Richter.
Lo más cerca de esto que ha estado la capital colombiana fue justo un 31 de agosto del año 1917, un sismo de 7.3 azotó a Villavicencio.
