El magnate multimillonario Bryan Johnson, conocido por su obsesión en la búsqueda de la eterna juventud, ahora se ha revelado que utiliza la sangre de su hijo para evitar el envejecimiento.
Johnson ha invertido más de dos millones de dólares en experimentos antienvejecimiento y ha involucrado a su hijo Talmage, de 17 años, y a su padre de 70 años en este proceso.
El intercambio de sangre, en el que a Talmage le extrajeron un litro de sangre para extraer plasma e inyectárselo a Johnson, y este donó un litro de su sangre para aplicarle plasma a su padre, es parte de su búsqueda para vivir cientos de años sin preocuparse por el envejecimiento.