Hace más de 25 años, en Castilla, surgió una pequeña iniciativa que comenzó entre hermanas, una madre y una máquina de coser. Hoy, impulsa la economía de varias mujeres de la comuna 5 de Medellín.
Lo que inició como una forma de ganarse la vida desde casa, fue creciendo poco a poco con la colaboración de vecinas y amigas del sector. Así nació un taller textil, donde hoy varias mujeres, en su mayoría madres cabeza de hogar, encuentran una oportunidad para salir adelante.
“La mayoría de las personas con las que uno trabaja son madres cabeza de familia, que querían tener una entrada económica. Ellas en sus tiempos libres empezaron a aprender, y ya uno como líder del taller sabía: esta muchacha aprende fácil, le rinde”, indicó Martha Vera Hernández, emprendedora del taller.
Catalina Duque Muñoz, una de las trabajadoras y madres, se unió al taller hace cinco años. En este nuevo espacio encontró un ambiente de apoyo mutuo entre mujeres con historias similares y aforismos en común: sacar adelante a sus hijos.
“Súper bien, aquí con las compañeras, apoyando esta labor que nos ayuda a nosotras como madres cabeza de hogar. Es una entrada económica que nos ayuda a salir adelante con nuestros niños y a pagar cosas de la casa”, señaló Catalina.
Catalina tiene un hijo de 14 años y asegura que él es su mayor motivación. Día a día, como muchas de sus compañeras, da todo de sí en el taller para asegurarle un futuro mejor.
En este pequeño rincón de Castilla, entre hilos y agujas, se teje también la resiliencia de mujeres que, con esfuerzo y trabajo conjunto, han logrado sacar adelante sus hogares y su vida misma.
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