Caminar Medellín es dejarse envolver por su memoria viva, por los pasos de quienes han hecho de esta ciudad un lugar lleno de símbolos, historia y tradición.
Junín, por ejemplo, no es solo una calle: es un verbo, un plan, una costumbre que atraviesa generaciones. 'Juniniar' es sentarse a conversar, a mirar la ciudad, pasar, a compartir un café en el Salón Versalles, el hogar de los nadaístas, a pocos pasos el parque Bolívar, testigo de la evolución de la ciudad y de fondo la imponente Catedral Metropolitana.
Los lugares del centro de Medellín también se convierte en museo abierto. La Plaza Botero, con sus esculturas desproporcionadas y poéticas, hacen de la ciudad un museo al aire libre. A su lado, el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe impone con su arquitectura gótica y sus historias invisibles.
Y cómo olvidar el Parque Berrío, corazón fundacional de la ciudad, o el histórico Hotel Nutibara, testigo silente de épocas doradas, o el cerro Nutibara, icono de la fuerza paisa que nunca se rinde.
Los lugares más icónicos en Medellín que debe visitar para reconocer su historia
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