Ingresamos con nuestra Cámara Ambulante a la Unidad de Cirugías del Hospital Infantil San Vicente Fundación, donde gracias a la donación de uno de los integrantes de la Junta Directiva del Hospital, las horas previas a una intervención quirúrgica para los niños dejó de ser una tortura.
Desde hace tres meses cuando uno de los integrantes de la Junta Directiva del Hospital San Vicente Fundación donó este carrito con luces, música y colores didácticos a la unidad de cirugía infantil, el estrés, preocupación y el miedo antes de ingresar a una cirugía para los pequeños dejó de ser una tortura.
A la ternura y amabilidad de los equipos médicos y cirujanos, las familias que deben someter a sus hijos a una cirugía encuentran en esta nueva estrategia un alivio para los duros momentos previos a una intervención, el niño paciente es recibido por las enfermeras y especialistas a más de 50 metros de los quirófanos, lo saludan y abrazan, suben en el carro de la tranquilidad y en medio de la alegría, la música y las luces, el juguete sigue su camino hasta llegar al consultorio de cirugías.
Se estima que el Hospital Infantil San Vicente Fundación atiende cerca de 60.000 pacientes anualmente, por eso, esta estrategia que acaba con el dolor y la preocupación de los niños y sus padres, tiene felices a todas las familias.
Este carro operado a control remoto por el equipo médico tiene felices al hospital y pacientes que acompañados de sus padres, ni cuenta se dan que ingresarán a cirugía.