Dicen que los instrumentos se convierten en una extremidad completa de todo intérprete, sus cuerdas, maderas, metales y más componentes cuentan una historia con cada nota musical que suena con mucho sentimiento.
Pero esta extensión del cuerpo puede sufrir algún incidente que altere su sonoridad, desde aspectos técnicos hasta afinación o pasar por un simple mantenimiento, los instrumentos tienen su sistema de salud y aunque no es tan saturado como el nuestro, tienen sus doctores y especialistas para darle un nuevo y mejor uso a esos compañeros de vida musical.
Un trabajo que nació sin pensarlo del amor a la música y su ingenio por ayudar a los instrumentos que llegaron a sus manos, una pasión que se nota en cada detalle y tono, Luis escucha el instrumento más allá de las notas que salen.
Sin importar el valor comercial de cada instrumento, este doctor de los instrumentos y sus enfermeros se toman muy en serio este trabajo para devolverle alegría a sus dueños, y a los instrumentos, ese tratamiento adecuado para que vuelvan a sonar.