Como un acto de tolerancia, respeto y amor por sus equipos, en el corregimiento de San Antonio de prado, es visible en sus muros la apropiación de los espacios comunes rindiendo un homenaje a los colores de los equipos de la tierra.
Esta expresión artística de los grafitis comenzó hace aproximadamente 10 años como parte un proceso de tolerancia y respeto por el otro, trazos que hacen con pasión y que hasta el día de hoy llenan de color los barrios y sus calles.
Este acto se intensificó durante esta cuarentena, se volvió una manera de alentar al equipo desde los espacios y no desde la tribuna habitual, un parche como lo expresan ellos de pasar esta pandemia y ponerle color a uno de los corregimientos más habitados del país.
Grandes o pequeños, con frases célebres o resaltando sus títulos, este proceso ha colaborado para que los diferentes hinchas convivan y acepten al otro, se sientan orgullosos y vean que en las calles de sus barrios se puede vivir un barrismo en paz.
Un ejemplo para replicarse en todo el mundo futbolero y que sirve de referente en otras áreas de nuestras vidas para aceptar las diferencias y respetar las opiniones.