Junio, caracterizado como un mes de transición hacia la temporada menos lluviosa, ha sorprendido al Valle de Aburrá con precipitaciones aisladas y de alta intensidad. Estas lluvias han sido impulsadas por las Ondas del Este, corrientes de aire provenientes de África que transportan humedad, y por la influencia indirecta de la temporada de huracanes en el Atlántico, que altera los patrones de viento y aumenta la humedad en la atmósfera.
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“Recuerden que nos encontramos en el mes de junio, que es el mes de transición a un periodo de menos lluvias en el calendario normal que tenemos en el territorio antioqueño, ese mes es influenciado por varios aspectos incluyendo Ondas del Este”, explicó Daniel Ruiz Carrascal, coordinador del Proyecto Siata.
Aunque los días secos y calurosos comienzan a ser más frecuentes, la saturación de los suelos por la temporada anterior de lluvias eleva el riesgo de deslizamientos e inundaciones, mientras que las altas temperaturas incrementan la amenaza de incendios y estrés térmico. La interacción de estos fenómenos resalta la necesidad de estar alerta frente a posibles emergencias climáticas en el territorio.
“Para los próximos días esperamos un fortalecimiento de esas incursiones desde el océano pacífico, razón por la cual aumentará el contenido de vapor de agua que eventualmente nos puede generar precipitación, para la semana inmediatamente después esperamos que se debiliten estos eventos, razón por la cual entraríamos a condiciones de acumulados de lluvia por debajo de condiciones normales”, agregó Ruiz.
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El Área Metropolitana del Valle de Aburrá invita a la ciudadanía a informarse a través del Geoportal Ciudadano del Siata. El llamado es a mantener precauciones y a gestionar adecuadamente los recursos hídricos.
