Una afectación geológica, producida por los intensos aguaceros del fin de semana anterior y asentada cinco kilómetros después del sitio conocido como La Y de Camilo C, obligó al cierre del tramo que conduce a la región Suroeste desde el municipio de Caldas.
Maquinaria del Instituto Nacional de Vías logró dar paso provisional por otras dos avalanchas de unos 3 mil metros cada una, que se precipitaron el domingo en la mañana en esta carretera que conduce al departamento del Chocó, seguidas y distantes apenas cinco metros de este nuevo alud que ahora impide el tránsito por esta importante vía nacional.
Los tres deslizamientos que suman unos diez mil metros cúbicos, se produjeron 200 metros abajo de La Huesera, en Amagá, lugar donde el viernes pasado personal del Invías removió otro deslave de piedra y lodo.
Aunque desde ayer en la mañana se empezó a trabajar en la remoción de esta montaña de barro, el cierre de este trayecto hasta el momento es indefinido, según el Invías, que recomendó utilizar las vías alternas La Pintada-Bolombolo y Camilo C-Fredonia-Bolombolo para dirigirse hacia el Suroeste antioqueño y los departamentos de Chocó y Caldas.
Se salvó
Aunque el susto fue mayúsculo, María Auxilio Mejía Román ya sabía que la montaña se le iba a venir encima. “El viernes y el domingo cayeron dos derrumbes aquí no más. Con unas máquinas dieron paso por un ladito, pero eso está muy peligroso para los carros. Con los aguaceros uno se empieza a asustar, sobre todo por aquí que no falta un derrumbe. Ayer (domingo), a eso de las once de la noche empezaron a caer piedras. Yo me puse nerviosa y le dije a mi esposo que mejor nos fuéramos para la casa”. La señora Mejía vive con su esposo Elkin Sánchez y dos hijos adultos en una casa que se salvó por centímetros del derrumbe, suerte con la que no corrió la caseta y el lavadero de carros “Tres Aguas”, que durante quince años le dio para el sustento. “A las tres de la mañana de hoy (ayer) todo empezó a temblar. Se vino ese morro y se llevó el negocio. Estaba recién surtido, se perdieron $900 mil en mercancía, además del enfriador, la vitrina, la licuadora, las rampas, las canecas, las mangueras, no, qué pesar, vea esa máquina como acaba de dañar todo sacando tierra”, dijo doña Auxilio.
El hecho, en el que no se presentaron víctimas fatales, se sumó a otras trece grandes afectaciones que han complicado el panorama de transitabilidad hacia la subregión Suroeste por esta troncal, en el comienzo de la segunda temporada invernal de 2011, que se esperaba fuera en septiembre próximo.
Reporte del Dapard
Cierre total en la vía que comunica a Nechí con Caucasia, en el Bajo Cauca, y cierres parciales en las carreteras Medellín-Manizales, Bolombolo-Santa Fe de Antioquia, Santa Fe de Antioquia-Dabeiba, Marinilla-El Peñol, Medellín-Puerto Berrío y La Ceja-Abejorral, reportó el comandante encargado de la Policía de Carreteras en Antioquia, mayor Wilson Leonardo Rosales García.
Asimismo, John Freddy Rendón Roldán, director del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres, informó que 60 personas resultaron damnificadas y catorce viviendas afectadas en el sector La Albania, del municipio de Titiribí, debido a los deslizamientos e inundaciones causados por las fuertes lluvias.
“Continuamos enviando ayuda humanitaria a los municipios donde se han presentado emergencias. El fin de semana se entregaron kits de aseo y cocina, ropa y mercados a la comunidad de Puntas de Ocaidó, Urrao, para beneficiar así a un total de 150 familias”, indicó el funcionario, quien agregó que se inició el censo de las personas afectadas en el Suroeste.
Rendón afirmó finalmente que, ante el comienzo de esta temporada de lluvias, “no estamos lo suficientemente preparados. Con la problemática de los recursos hasta ahora se están iniciando las obras de mitigación, las obras de recuperación. Tenemos la mejor logística del país, pero obviamente tenemos dificultades”, concluyó.
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