Valencia, 10 feb (EFE).- Un gimnasio femenino de Valencia ha estrenado 2013 con la técnica de entrenamiento denominada "Queenax", un sistema para actividades en suspensión y ejercicios antigravedad que hasta ahora solo ofertaban en España gimnasios de Madrid y Barcelona, y que es muy habitual en Estados Unidos o Alemania.
La gerente y fundadora del gimnasio De L'Art, Ana Valero, ha explicado a EFE que este sistema de entrenamiento multifuncional, disponible en estas céntricas instalaciones desde hace tres semanas, ha cogido "las mejores técnicas" del mercado y las ha unificado para desarrollarlas en una estructura, desde la que se ejecutan movimiento globales y ejercicios de estiramiento y sin impacto.
Según Valero, se trata de una técnica que puede practicar "cualquier persona", con independencia de su edad o su estado físico, ya que el trabajo se desarrolla dirigido por una entrenadora personal y en grupos muy reducidos, de hasta un máximo de cuatro personas.
Así, por ejemplo, una preparación al parto, una rehabilitación de una patología de cadera o simplemente gente joven que desee "sentirse bien y tener un reto diario" tienen cabida en esta práctica, un trabajo global en el que se ejercitan "prácticamente todos los grupos musculares" y que además es "estéticamente muy bonito".
El objetivo de esta práctica es ir más allá del trabajo analítico, en el que por ejemplo se trabaja un músculo determinado cuando se levanta una pesa, para ejercitar de forma global varios grupos musculares.
Valero, cuyo centro, abierto hace veintisiete años, es uno de los precursores de los gimnasios femeninos de Valencia y desde el que introdujo técnicas como el pilates hace quince años, destaca que su objetivo es especializarse ahora en esta actividad, originaria de los Estados Unidos y que desde hace un par de años "pega fuerte" en países como Alemania o Italia.
Precisamente, de Italia procede la estructura sobre la que, junto a unos complementos de suspensión, se desarrollan estas clases, en las que se trabaja la resistencia, la velocidad, la flexibilidad y la fuerza, y con las que además se logra un rápido efecto "reafirmante", asegura.
Valero augura que dentro de un año el trabajo en suspensión estará "a la orden del día", y por ello en el momento en que se consolide la actividad su intención es ampliar la estructura y centrarse en esta técnica.
El gimnasio, que Valero abrió con 17 años de edad y que actualmente cuenta con dieciocho empleadas, ofrece la primera clase gratuita a todas las mujeres que deseen comprobar los efectos de esta técnica.