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Líderes del Congreso coinciden en la urgencia de aprobar la reforma migratoria

Política

 

Washington, 27 ene (EFE).- Líderes demócratas y republicanos del Congreso de Estados Unidos expresaron hoy su confianza en que lograrán superar sus divisiones y aprobar una reforma migratoria este año, en vísperas de la campaña de presión pública que lanzará el presidente Barack Obama en Nevada a favor de esa meta.

En un programa de la cadena ABC, los senadores Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, y John McCain, republicano por Arizona, señalaron que la reforma debe incluir una vía para la legalización de los once millones de extranjeros clandestinos en Estados Unidos.

"Seamos claros, tener una vía para ganarse la legalización es un elemento esencial", afirmó Menéndez, al asegurar que el acuerdo en ciernes también reforzaría la seguridad fronteriza.

McCain secundó las ideas de Menéndez y advirtió de que los republicanos deben sumarse al esfuerzo porque "estamos perdiendo el voto hispano drásticamente".

Por su parte, el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, dijo a la cadena Fox News que su partido está "comprometido con un paquete integral" que incluya una vía hacia la eventual ciudadanía.

Y en declaraciones a la cadena NBC, el legislador republicano y excandidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, reiteró su apoyo a la propuesta del senador republicano por Florida, Marco Rubio, que condiciona la reforma a "progresos significativos" en el cumplimiento de las leyes migratorias ya en vigor.

El reto del Congreso será concretar un solo proyecto reformista, como pide Obama, en vez de iniciativas centradas en solo un aspecto del problema.

La reforma migratoria, una promesa incumplida de Obama en 2008 y a la que aludió en su discurso de investidura el martes pasado, ha obtenido un impulso decisivo tras los comicios de 2012, en los que Obama ganó la reelección con el 71% del voto hispano.

La iniciativa se mueve sobre dos carriles complementarios: por un lado están los esfuerzos entre bambalinas en el Congreso y, por otro, el discurso de Obama el próximo martes en Las Vegas (Nevada) que servirá de pistoletazo para su campaña pública a favor de esa reforma.

Según el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, la reforma migratoria será la "prioridad número uno" de la Cámara Alta y se prevé que, esta misma semana, un grupo de senadores bipartidista -entre ellos Menéndez, Rubio, McCain y Durbin-, presente sus "principios" para esa reforma.

Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, aseguró que un grupo bipartidista en ese órgano legislativo también elabora un acuerdo para un plan reformista, según el diario "The Hill".

Una fuente de la Administración Obama, que pidió el anonimato, dijo hoy a Efe que el discurso en Nevada se hará eco de los "principios" que deberán servir como "hoja de ruta" para la reforma y que él presentó en 2011.

Ese documento, disponible en la página web de la Casa Blanca, establece que Estados Unidos "merece" un sistema que responda a sus necesidades laborales y de seguridad nacional y que incluya el fortalecimiento de la seguridad fronteriza; sanciones para empresas que contraten a indocumentados, y mejoras en el sistema de visas para extranjeros altamente cualificados.

Además, los que deseen la residencia permanente deberán cumplir con varios requisitos, como registrarse con el Gobierno y someterse a revisión de antecedentes criminales; pagar impuestos y una multa, y aprender inglés antes de "ponerse en la cola" para la eventual ciudadanía.

Criticado por las cifras récord de deportaciones durante su primer mandato, Obama puso en marcha en agosto pasado una directriz para legalizar a estudiantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores de edad.

El discurso de Obama cobra mayor importancia si se toma en cuenta que "estará dirigido a la opinión pública en general" y no solo para consumo del electorado hispano que le dio la victoria, dijo la fuente.

Obama dará su discurso en un estado "bisagra" que ganó en 2008 y 2012, y donde los hispanos conforman el 27% de la población.

Tal como lo hizo en 2009 con la reforma sanitaria -aprobada en 2010 en medio de pugnas partidistas- Obama retomará el megáfono para presionar a favor de la reforma migratoria.

En una entrevista divulgada hoy por la revista "The New Republic", Obama indicó que en su segundo mandato buscará "una conversación con el pueblo estadounidense" y se apoyará más en la opinión pública para sacar adelante sus proyectos.

La última vez que se intentó una reforma migratoria fue en 2006, que fracasó debido a falta de consenso. Antes de eso, la otra gran reforma fue la "amnistía" de 1986, durante la presidencia de Ronald Reagan, que legalizó a tres millones de indocumentados.