Más equidad entre los productos nacionales e importados y mayores ingresos para los departamentos productores de licor promete la Ley de Licores que dio un nuevo paso antes de convertirse en Ley de la República.
En Colombia mientras una botella de aguardiente paga 30 % en impuestos, una botella de licor de alta gama extranjero tributa solo el 3 %. Con el proyecto de Ley de Licores que fue aprobado por la plenaria de la Cámara de Representantes se busca resolver esa diferencia y beneficiar a la industria nacional.
Entre los objetivos está aumentar el 20% de los ingresos para los departamentos por concepto de ventas de licor. Pasarían de recibir un billón 300 mil millones de pesos al año a un billón 700 mil millones.
La iniciativa contempla que se pague un impuesto de $220 pesos por grado de alcohol para todas las bebidas; un gravamen de 25 % del valor final del producto y un tributo de IVA del 5 % sobre el precio de venta.
El proyecto queda a dos debates en el Senado para convertirse en ley de la República.