Como consecuencia del movimiento del terreno, las afectaciones ambientales que también provocan efectos secundarios en la población, no se dejan esperar. En el caso del agua, el consumo humano es suspendido temporalmente por la contaminación con barro, piedras, o debido a la filtración de basura, gasolina o gas a la que fueron expuestas las fuentes hídricas.
Así mismo, la destrucción total o parcial de caminos, arrastre de sedimentos, árboles, restos de casas, postes, techos, complica la movilidad y labores de rescate en las zonas afectadas.