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Latinoamérica acogió un "proyecto nazi" que hoy perdura, sostiene Víctor Diusabá

jun (EFE).- Desde antes de la Segunda Guerra Mundial América Latina acogió un "proyecto nazi" que se afianzó durante la Guerra Fría y que hoy perdura con la aparición de nuevos movimientos que podrían tener el apoyo económico de grupos de poder.

Así lo expresó el periodista y escritor colombiano Víctor Diusabá en una entrevista con Efe con motivo de la publicación de su libro "El espía que compró el cielo" (Planeta), donde repasa la vida de un franciscano colombiano que sirvió como espía a Hitler.

La idea de su obra, calificada por el autor como "una crónica literaria", ya que bajo el paraguas de una investigación histórica está redactada en forma de novela, surgió en 1992, pero "doce años después vio la luz".

Y es que en esos años el escritor siguió por varios países las huellas de Roberto Ele, el protagonista.

Diusabá halló en Nueva York el expediente del juicio al que fue sometido por espionaje y conspiración; en La Cartuja de Jerez de la Frontera (España) respiró el ambiente del lugar donde murió; en Berlín obtuvo datos clave para confirmar la presencia nazi en Colombia; y en Cali registró los testimonios de sus familiares.

El escritor describe el Cali que vio nacer a Roberto, su viaje a España durante la Guerra Civil y sus primeros contactos con el nazismo, sus idas y venidas por Europa, y la suerte que le permitió esquivar la muerte a la que había sido condenado en EE.UU.

También la indulgencia que le otorgó el Papa Pío XII para morir, en 1988, libre de pecados en La Cartuja.

Pero esta obra es algo más que la biografía de un espía, es una investigación que indaga en aspectos no escrutados tras el cisma que originó la Guerra Civil española y luego el conflicto mundial: "un proyecto nazi que quiso dominar el mundo y que en el caso de América Latina siempre ha estado presente".

Así, a partir de Roberto, "un políglota, místico, amante del dinero y con aires donjuanescos", se aclara, en palabras del autor, que éste es "una pieza en un inmenso ajedrez, la intención de Hitler de hacerse con el control del planeta y, por supuesto, de América Latina".

En "este punto geográfico se generaron más que simpatías y el nazismo trató de llegar al poder", según Diusabá.

"Antes de la guerra se difundió el postulado político, durante la guerra hubo apoyo para efectos de espionaje y complot, y después se protegieron a los criminales nazis", aclaró.

Para Diusabá, "no son etapas segmentadas, sino un hecho continuo, una política; y América Latina terminó favoreciéndolos gracias a algunos mandatarios que, por dinero, hicieron esa tarea".

Los nazis "llegan masivamente, no fue selectivo, a Paraguay protegidos por el dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), a Chile, en Argentina encuentran refugio, también en Brasil y hasta en Colombia", aseguró el escritor.

Diusabá pone un ejemplo poco conocido. Durante los años sesenta, en plena Guerra Fría, quien fue embajador de Alemania en Colombia había servido anteriormente a las SS, los servicios secretos de Hitler.

"La presencia nazi ha sido muy grande y con intereses claros, muchos terminaron haciendo negocios, se convirtieron en hombres públicos; y América Latina no está desprendida actualmente de esos intereses", insistió.

Y, en ese sentido, remarcó que estos nuevos nazis "podrían estar teniendo un importante respaldo económico", en alusión a un reportaje publicado por la revista Semana, de la que Diusabá es precisamente director de la edición digital, y en el que da cuenta del surgimiento de estos grupos.

"Aparentemente son anecdóticos, jóvenes que se rapan las cabezas, que cargan esvásticas, persiguen por las noches a minorías, población gay, prostitutas, que protagonizan enfrentamientos con otras bandas urbanas, pero así comienzan muchas cosas", alertó.

Convencido de que hay más casos en Latinoamérica y de que esos "hervores son preocupantes", el autor abogó por una "legislación más dura, como la europea, que castiga esas expresiones con severidad".

Por eso apuntó a que "el nazismo no murió en la Cancillería de Berlín ni en los juicios de Nuremberg; se mantuvo y por ello esos movimientos hoy día son preocupantes".

"El espía que compró el cielo" sigue a otros libros de Diusabá sobre crónica política, periodismo, toros y fútbol, éstas dos últimas temáticas, sus grandes pasiones.