Rescatistas de corazón, héroes sin capa. Compromisos de vida por la solidaridad y el amor, en eso se convierte cada uno de los hombres y mujeres que hicieron parte del operativo de rescate de los cuerpos del accidente aéreo ocurrido en zona rural de Urrao.
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“Para un rescate como este, para una ubicación como esta no hay nada escrito, se cuenta con la capacidad que ellos tienen, la resistencia que tienen, el deseo de hacerlo, pero allá se encontraban con cosas, que no están escritas, pero que ya tienen un entrenamiento previo”, explicó Álvaro García, presidente de la Junta Estadio.
Uno de los mayores retos fue la complejidad del terreno, ingresar por tierra les tardó ocho horas, sin contar las inclemencias del clima y la incertidumbre de con qué se iban a encontrar.
“Para nosotros el mayor reto principalmente dar con el punto de la aeronave y el segundo reto es camino terrestre que nos tocó un buen rato de caminar bastante”, manifestó Luis Guillermo, voluntario de la Defensa Civil.
“No deja de ser duro para nosotros el rescate de cuerpos de menores, ya que uno como tiene hijos uno se ve reflejado ahí, uno siente el dolor de las familias, entonces, es bastante complejo para nosotros tener que entrar a hacer el rescate de estos menores”, comentó Harrison Gómez, voluntario de la Defensa Civil.
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El amplio entrenamiento que tienen todos los días los rescatistas para enfrentar este tipo de tragedias y la fe de poder ayudar les permite llegar y superar cada uno de estos obstáculos.
