Bogotá, 11 dic (EFE).- La reforma del fuero militar en Colombia entró hoy en su último debate en el Senado, en el que se definirá qué delitos cometidos por los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado en servicio serán juzgados por un tribunal especial o por la justicia ordinaria.
Se trata del octavo y último debate en el Senado de un proyecto de ley que ha atravesado un arduo camino tanto en las Cámaras alta y baja por supuestos vacíos y que ha contado en todo momento con el respaldo del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Uno de los legisladores ponentes, el senador del Partido Liberal (PL) Juan Manuel Galán, aclaró en su discurso del inicio del debate que el fuero militar "es una garantía institucional, no es un instrumento de impunidad", en alusión a las críticas que en ese sentido han hecho organismos de defensa de derechos humanos.
El acto legislativo prevé la creación de un Tribunal de Garantías para que conozca cada caso y dirima "los conflictos de competencia que ocurran entre la jurisdicción ordinaria y la penal militar".
Si hoy se aprueba el texto y se envía al acto de conciliación de las dos cámaras se reformarán tres artículos de la Constitución.
Hasta este momento, el texto contempla que la justicia ordinaria se haría cargo de los crímenes de lesa humanidad y de los delitos de genocidio, desaparición de personas, ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual, tortura y desplazamiento forzado.
Los delitos que quedarían en manos de la justicia castrense serían "las infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) cometidas por miembros de la Fuerza Pública", según el texto del proyecto.
Colombia recibió durante la semana pasada la visita de una delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y del director para América Latina de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, quienes expresaron su inquietud por las supuestas puertas que abre el texto a la impunidad.
