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La otra “lucha” de la pobreza

Más de 18 millones de personas son “pobres” en Colombia. El Gobierno, académicos, sindicatos y demás, coinciden en que es “alta” la cifra. Sin embargo, la metodología usada para calcular esa “línea”, que separa a los que son pobres de los que no, divide igualmente las opiniones del país.

Los niveles de pobreza han venido reduciéndose en los últimos años y ha cambiado la forma de medirlos. La última modificación, un “golpe silencioso, pero contundente”, según Rodrigo A. Chaves, director de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, comenzó en enero de 2009 y sólo hace días fueron revelados sus resultados.

“La anterior “línea de pobreza” de Colombia superaba, porque no se había actualizado su metodología, a todo el resto de líneas de pobreza de los países de América Latina, ahí había algo que no correspondía a una realidad económica”, expresó el exministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga.

Con la nueva medida, los pobres pasaron del 45,5% al 40,2% en el 2009 y del 44,1% al 37,2% en el 2010.

La controversia

Pero el decir que pobre es quien gana $187.079 al mes (cifra resultante del análisis de la composición de alimentos que consume la familia y lo que gasta en vivienda, vestuario, transporte, entre otros) ha dividido al país. El vicepresidente Angelino Garzón criticó duramente a los asesores de Planeación Nacional que hicieron parte de este cálculo, junto al Gobierno. Una “verdadera ofensa”, según el vicepresidente.

Al respecto el exministro Zuluaga expresó que lo primero es que cuando se habla de pobreza debe hacerse referencia a grupos de cuatro personas, porque “los hogares unipersonales prácticamente no existen”. Según él, de esta forma es mucho más claro focalizar políticas gubernamentales.

Tal es el caso de un municipio antioqueño, el mejor del país según esta medición. “Podríamos decir que es uno de los mejores municipios en Calidad de Vida”, afirmó Jeny Andrea Hernández Maya, alcaldesa (e) de Envigado.

Para la alcaldesa, entendiendo la pobreza como “la privación de aspectos básicos”, en este ente territorial de apróximadamente 200.000 habitantes, tratan de utilizar estrategias “integrales”, donde estén involucradas todas las secretarías: salud, bienestar, movilidad, etc. “Yo creo que más o menos podría ser un 80% del gasto destinado a inversión el que se va enfocado a este tema”, afirmó ella.

Lo que es cierto es que “es incomprensible que un país que ha tenido un crecimiento constante en los últimos años, tenga la mitad de la gente en la pobreza. Póngale 45%, 40%, o 37% con la nueva metodología de medición del Departamento Nacional de Planeación. De todos modos resultan intolerables esos niveles de pobreza en un país con tanta riqueza y ventajas como las que tenemos”, así lo afirma Beethoven Herrera, profesor de la facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional.

Empleo, solución a pobreza

A nivel general, “la pobreza de nuestras familias es multidimensional y simultáneamente están en trampas de educación, de salud, de ingreso, de su misma dinámica familiar, la misma violencia afecta los activos de estas familias”, así lo señala el alto consejero presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, Diego Molano Aponte.

De ahí que la política de trabajo y generación de empleo se considere absolutamente “crucial” para que las familias se “mantengan autonómamente por fuera de la pobreza”. Así lo señaló el director del Departamento Nacional de Planeación, Hernando José Gómez, al expresar durante el último Acuerdo por la Prosperidad que “todos los elementos pueden estar (salud, educación, vivienda y demás variables medidas por el índice), pero una familia puede seguir siendo pobre.

Complementariamente, es necesaria “la articulación con un sector privado dinámico y responsable socialmente, y la participación muy activa de los municipios y departamentos”, afirmó Gómez.

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