El Cairo, 21 ago (EFE).- Un tribunal egipcio ordenó hoy liberar de forma provisional al expresidente Hosni Mubarak por un caso de corrupción, aparentemente el último escollo que le separaba de salir de prisión, una decisión que arroja más leña a la crisis en el país.
Fuentes judiciales explicaron a la agencia estatal de noticias Mena que la decisión judicial es definitiva e inapelable, descartando así un recurso de la fiscalía.
El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, en su calidad de vicegobernador militar, emitió un decreto para que Mubarak sea puesto bajo arresto domiciliario "en el marco del estado de emergencia" que rige en el país a raíz de la última ola de violencia.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio del Interior confirmó a Efe que Mubarak todavía no ha salido de la prisión cairota de Tora y que los servicios penitenciarios están a la espera de una orden de la fiscalía para permitir su marcha.
El Tribunal de Apelaciones de Delitos del norte de El Cairo consideró hoy que Mubarak debe ser excarcelado, puesto que ha superado el plazo máximo para seguir en prisión preventiva en la última causa por la que no había recibido todavía una orden de libertad provisional.
Esa instancia judicial aceptó así el recurso de la defensa de Mubarak en el proceso abierto contra él por haber supuestamente recibido regalos valorados en millones de libras egipcias de parte del conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al Ahram.
Sin embargo, pese a su inminente salida de la prisión de Tora, Mubarak debe ser todavía juzgado en todos los procesos que se halla inculpado, un total de cuatro.
La próxima sesión de uno de ellos, en el que está acusado por la muerte de manifestantes en la revolución de 2011 que lo derrocó, se celebrará el domingo 25 de agosto.
Además, el "Faraón" se enfrenta a otra causa por el desvío de fondos públicos para construir y rehabilitar sus mansiones particulares y a otra, junto a sus dos hijos y el empresario fugado Husein Salem, por enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos vinculados con la venta de gas a Israel.
Estas causas abiertas impiden a Mubarak viajar fuera de Egipto, dijeron a la agencia estatal fuentes de la fiscalía.
Pese a que no se han producido todavía muchas reacciones por la confusión generada en torno a la noticia, el grupo juvenil Tamarrud -instigador de las protestas previas al golpe de estado que depuso en julio al presidente Mohamed Mursi- ya ha rechazado la puesta en libertad provisional de Mubarak.
El futuro del exmandatario ha vuelto a sacudir a un país sumido en una profunda crisis a raíz del golpe militar del pasado 3 de julio y la posterior ola de violencia, que ha dejado cientos de muertos.
Las autoridades arrestaron anoche a Murad Ali, portavoz del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, cuyo máximo líder, Mohamed Badía, fue detenido la víspera.
Pese a la campaña de detenciones de responsables islamistas, ese grupo mantiene su presión para pedir la vuelta al poder de Mursi y este viernes ha convocado una gran jornada de protestas.
Para conocer la situación sobre el terreno, el secretario general adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, se entrevistó en El Cairo con el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Nabil Fahmi, quien reiteró que su Gobierno no acepta "injerencias extranjeras" en los asuntos internos.
Además, expresó "el descontento" del Ejecutivo y el pueblo egipcio hacia la comunidad internacional por lo que considera su falta de conocimiento de la realidad y por no criticar ni condenar "a la parte que planea, instiga y perpetra acciones terroristas".
Las autoridades egipcias sostienen que están librando una lucha contra el terrorismo e insisten en avanzar con sus planes para instaurar la democracia mediante la reforma constitucional y elecciones presidenciales y legislativas.
Siguiendo la "hoja de ruta" trazada por los militares, el Gobierno egipcio anunció hoy que reformará instituciones y leyes relacionadas con los derechos humanos.
Junto al proceso político, el restablecimiento de la seguridad es otro de los principales retos en Egipto.
Precisamente hoy, al menos nueve personas, entre ellas cinco palestinos, fueron detenidas por su supuesta participación en el asesinato hace dos días de 24 policías en la península del Sinaí.
Este ataque, el mayor golpe perpetrado en esa inestable zona contra las fuerzas de seguridad en los últimos años, fue condenado por los Hermanos Musulmanes, que acusaron a "partes desconocidas" de lo sucedido.