La Filarmónica Metropolitana del Valle de Aburrá está celebrando cinco años de historia. Esta apuesta cultural y artística nació en Aranjuez con el sueño de difundir la música clásica en Medellín, pero con un toque juvenil y diferenciador.
La fusión de diferentes géneros y la diversidad han sido características que han definido a esta orquesta, que se ha convertido en el hogar de muchos jóvenes de la ciudad.
"Estamos realmente contentos de que se haya consolidado después de cinco años y de ser un espacio para que muchos músicos hagan música sinfónica, pero también innoven en ritmos y géneros", afirmó Alejandro Vázquez Mejía, Director de la Filarmónica Metropolitana del Valle de Aburrá.
Además, esta historia musical se ha comprometido con la responsabilidad social al brindar oportunidades artísticas a comunidades indígenas y afrodescendientes de lugares remotos.
"En colaboración con Pasión y Corazón, nuestra corporación cultural, realizamos un trabajo social que ha sido muy importante. La mayoría de los músicos de la Filarmónica son profesores y docentes de nuestro trabajo social. Ellos también son los profesores de la Filarmónica Embera Chamí, la primera filarmónica indígena de Colombia. Ahora estamos trabajando en la creación de la Filarmónica Negra y, próximamente, la segunda filarmónica del país en La Guajira, la Filarmónica Wayuu de Wapiapa", señaló Alejandro Vázquez Mejía, Director de la Filarmónica Metropolitana del Valle de Aburrá.
Hoy, desde Telemedellín, queremos expresar nuestro agradecimiento a este sueño musical de Medellín que sigue creciendo a pasos agigantados. Gracias por apostar a una cultura inclusiva que trasciende fronteras a través de la música.