Roma, 12 oct (EFE).- Las raíces visuales y los componentes espirituales de la obra del pintor Wassily Kandinsky se exponen en el Palacio Blu de Pisa a través de cerca de 50 obras, creadas por el maestro ruso entre 1901 y 1921, que repasan la historia del arte del que fue considerado padre de la "abstracción".
Las obras de Kandinsky, proveniente del Museo de Estado de San Petersburgo y otros museos como el Pompidou de París, dialogan en esta exposición con otras pinturas pertenecientes a la vanguardia alemana y rusa de principios de 1900 así como con diferentes objetos del arte popular ruso, que tanto fascinaron al autor.
La muestra guía al espectador desde sus primeros cuadros, de aire simbolista, hasta las obras realizadas por el artista ruso durante el conocido como periodo de "Murnau": una fase caracterizada por el estilo expresionista que progresivamente fue abandonando en favor de la abstracción.
La sección que el Palacio Blu -llamado así por su particular fachada azul- dedica a las obras realizadas por el pintor durante el periodo "Murnau", queda complementada por una selección de cuadros realizados por artistas como la alemana Gabriele Munter, el austríaco Arnold Schonberg y los rusos Alexej Jawlensky y Marianne Werefkin.
La exposición reúne también alguna de las obras maestras de su última estancia en Rusia, tanto abstractas como figurativas, entre las que destaca "Composiciones en blanco I", en las que el papel principal lo interpreta el ritmo de las líneas y de los colores.
Durante la muestra, el espectador también puede contemplar obras como "Marnau", de 1909; "Mancha negra", de 1912, "Arco azul", de 1917, y "Nube dorada" de 1918, entre otros.
"La experiencia de Kandinsky sobre la ciencia y la investigación en las diversas artes le llevaron a construir una nueva teoría de la pintura. Se especializó en la 'búsqueda espiritual' del arte y se convirtió en el máximo teórico de 1900 e inventor de la abstracción", señalaron fuentes de la organización.
No obstante, el arte abstracto y otras corrientes artísticas rusas de vanguardia fueron rechazadas por el realismo socialista -arte oficial del momento-, por lo que en 1921 Kandinski emigró a Alemania donde comenzó a impartir clases en la Bauhaus, aunque las obras de este periodo no aparecen expuestas en la muestra.